Israel y su represalia: ¿a quiénes va dirigido el mensaje?
noviembre 22, 2012

22.11.2012




Después de una semana de bombardeos Israel y Hamas acordaron
un alto el fuego. Ya son 162 las víctimas mortales de la violencia, en su
abrumadora mayoría mujeres y niños del lado palestino. Mientras, Obama de gira
en Tailandia había dicho que «Israel tenía derecho a defenderse»
aunque aclaró que sería «preferible» que Israel se abstuviera de
invadir Gaza. El Premio Nobel de la Paz 2009  dijo también que «no
hay país sobre la Tierra que toleraría que cayeran misiles sobre sus ciudadanos
desde fuera de sus fronteras», tras lo cual agregó que «Apoyamos por
completo a Israel en su derecho a defenderse.» Claro que a Obama se le escapa dos cosas: primero, que los palestinos también son humanos y tienen derecho a  defenderse; segundo, se le olvida una distinción crucial entre «legítima defensa» y represalia. Supongamos que las autoridades de Gaza hubieran iniciado la agresión a Israel (supuesto meramente hipotético toda vez que es este último quien se ha venido apoderando, sistemáticamente y desobedeciendo la legislación internacional, las tierras y propiedades de los primeros), aún en este caso la legítima defensa según el consenso interpretativo de la Carta de las Naciones Unidas tiene que ser proporcional al ataque recibido. En la Operación Plomo Fundido murieron casi 1400 palestinos y apenas 14 israelitas, una proporción de uno a 100, una desproporción flagrante. En la Operación Pilar Defensivo las víctimas israelíes fueron 5, contra 162 que cayeron en Gaza. La legítima defensa es una cosa, la represalia salvaje es otra. El inquilino de la Casa Blanca no diferencia una de otra.
Comparto a continuación una sugerente nota de Santiago Alba Rico, en donde se ensaya una explicación acerca del mensaje que el gobierno israelí quería enviar a algunos actores estratégicos de la crisis de Oriente Medio. Es sumamente instructivo y abre una perspectiva que no había visto en análisis anteriores sobre el tema. 


Niñas de Gaza buscan lo que queda de sus pertenencias en lo que era su casa
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Gaza:
el medio y el mensaje
21 Nov. 2012
Gaza no es un país ni parte de una
nación ni una franja de tierra y mucho menos un conjunto de seres humanos: es
una simple inversión. Israel -lo digo sin un ápice de ironía- no está aplicando
una política genocida en Palestina: quiere matar unos cuantos niños, pero no a
todos los niños; quiere destruir escuelas y hospitales, pero no impedir
radicalmente la supervivencia; quiere que adelgacen sus habitantes, pero no
matarlos de hambre. No olvidemos que fue Sharon, el mismo que jugó durante
meses al gato y el ratón con Arafat en la Muqata, quien aplicó el llamado “plan
de desconexión” en 2005 para convertir Gaza en una gran pequeña Muqata de
1.500.000 habitantes. Gaza es muy importante para Israel. Es el orinal donde
los gobiernos sionistas desahogan sus más bajos instintos; es el hermano
pequeño y desarmado al que golpean cuando querrían golpear al hermano fuerte;
es el basurero donde sus políticos entierran sus miserias; es el muro donde
embadurnan su propaganda electoral; es su vídeo-juego militar; es el escaparate
de su mercado de seguridad; es el rehén de toda negociación; es la condición
misma -un complicado sistema de respiración asistida- de conservación del
Estado. Como repite el escritor libanés Elias Khoury, “Israel compra tiempo a
cambio de sangre” y los gazatíes son los que hacen el gasto. Gaza es el banco
central de Israel; su reserva de divisas. Es imprescindible. “Desconectada”,
bloqueada, descascarillada, a veces golpeada, pero imprescindible. Israel no
quiere ni destruir Gaza ni asesinar a todos sus habitantes. Puede parecernos
que está bombardeando sus edificios y matando a sus niños, pero en realidad
está “cuidando” su herramienta favorita, afinando sus instrumentos, aquilatando
su musculatura. Está “mimando” Gaza, sacándole todo su partido, rentabilizando
todas sus “prestaciones”. (clic abajo para continuar)

Está, como dicen los analistas, mandando “mensajes”. Los mensajes de Israel son
tan evidentes y previsibles que hace falta poca ciencia para descifrarlos. Es
bueno que sean claros para que todos los entiendan. Uno va dirigido a los
electores israelíes, para que experimenten los peligros del “antisemitismo
islámico” y el alivio de un gobierno fuerte, implacable con el enemigo,
implacable también con los disidentes. Otro va dirigido a Egipto y a todos los
países musulmanes -de Túnez a Turquía- que, tras las sacudidas y cambios de los
dos últimos años, podrían sentirse tentados de revisar sus relaciones con
Israel. Otro es para Irán, como enseñándole y escamoteándole los dientes desde
su habitual campo de entrenamiento. Otro no menos importante tiene como destinatario
a Obama, al que se quiere forzar a un alineamiento estadounidense
incondicional, como en los últimos 40 años, recordándole por la vía de los
hechos que Israel es su único verdadero aliado en la zona y el único garante de
sus intereses en la región. El último mensaje, y el primero, es para todos:
Israel, el más artificial y forzado, es el único Estado verdaderamente
“independiente” del mundo y está dispuesto a todo -bombas, asesinatos, guerras
apocalípticas-, sin importarle ni el derecho internacional ni las reglas
humanitarias ni los equilibrios diplomáticos ni el pragmatismo político ni la
moral común, con tal de mantener con vida su identidad racista y colonial.

Si el medio es el mensaje, los mensajes de Israel tienen una dimensión inhumana
y delictiva. Pero tienen también, por primera vez quizás desde 1948, un timbre
desesperado. Bajo las hipócritas y obscenas declaraciones de apoyo occidental
al agresor, escuchamos una inquietud nueva y percibimos una reacción insólita
de disgusto. Israel se siente menos cómodo; está más aislado. Como bien
recordaba Ilan Pape pocos días antes de los nuevos ataques sobre Gaza, la
verdadera preocupación del régimen sionista se centra en los cambios que vienen
quebrando el statu quo en la región; la llamada “primavera
árabe” constituye una seria amenaza, estratégica y política, para su
supervivencia. Paradójicamente, bajo el empuje de los pueblos árabes contra las
dictaduras locales, Israel se ha inscrito por fin, como toda naturalidad, en el
Próximo Oriente; es una dictadura árabe más que se opone, con los mismos medios
que Mubarak, Ben Ali o Bachar El-Assad, a la democratización del mundo árabe.
De ahí sus alianzas, activas o pasivas, con todos los dictadores; y de ahí el
esfuerzo que está haciendo para apoyar, desde la retaguardia, todas las
contrarrevoluciones. De ahí también su interés en alimentar todos aquellos
fanatismos sectarios que, como en el caso de Al-Qaeda, puedan impedir la
constitución soberana de gobiernos árabes democráticos cuya legitimidad degrade
la de Israel ante la opinión pública y los convierta ante las potencias
occidentales en interlocutores inevitables en un nuevo marco de alianzas
regionales.

Pero Israel es así. Su debilidad es una buena noticia que debería alegrarnos.
No podemos. Porque lo que da la verdadera medida del peligro israelí para la
paz mundial es precisamente su capacidad -y su decisión- para convertir una
buena noticia en la peor noticia posible: niños muertos, familias destrozadas,
casas derribadas. Gaza es el mensaje que todos debemos escuchar. Si hay un
actor irracional en la región no es Al-Qaeda ni Bachar Al-Assdad, no obstante
toda su irracionalidad criminal; si hay un actor irracional en la región es
Israel y su aislamiento multiplica los peligros para todos. Gaza es el mensaje.
Israel -viene a decirnos la misiva- tiene tan pocos escrúpulos como Al-Qaeda,
muchas más armas que Bachar Al-Assad, incluidas las nucleares, y es
infinitamente más “independiente” que los EEUU. Llegado el caso, para defender
un proyecto cuya raíz “ideológica” no atiende a razones ni a pragmatismos de
ninguna clase, estaría dispuesto a usar todos los medios, en cualquier
dirección, sin importar las consecuencias.

El otro mensaje, el último y el primero, lo proclaman del otro lado los
palestinos, a los que no debemos olvidar. Frente a esa lluvia de fuego
quirúrgicamente infanticida, contra ese Goliat bravucón que quiere convertirlos
en orinal, basurero, cartel electoral, vídeo-juego, escaparate y moneda de
cambio, los pocos e inofensivos cohetes que lanzan desde Gaza los palestinos
son una simple, elemental, natural, rabiosa y dolorosa declaración de dignidad
humana. Ojalá los israelíes, si no su gobierno, fueran capaces de comprenderlo;
ojalá los gobiernos occidentales -al menos ellos- escucharan el mensaje de
Palestina, como lo han escuchado ya todos los pueblos árabes y buena parte de
los pueblos de la tierra.

Rebelión ha publicado este artículo
con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su
libertad para publicarlo en otras fuentes.

18 Comentarios

  1. Anónimo
  2. Anahí

    Yo te entendí a vos. Me queda claro que vos no me entendiste a mí, y hablás de situaciones que desconocés.
    En fin, pero resumiendo y cortando este infructuoso diálogo: el sionismo y la OTAN son la misma basura, la misma mierda.

    Chau.

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  3. Maju

    Pero es igual: al final ya le hemos hecho el juego a los sionistas y en vez de debatir el genocidio de Israel estamos hablando de las dictaduras árabes, el metomentodismo de la OTAN, etc.

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  4. Maju

    No me digas tonterías que no he hablado de delatar, sino de que venga alguien con una apisonadora y derribe el muro por las razones que sea.

    Vas a ponerle pegas porque es un mafioso asesion? Ya te preocuparás luego de eso! Lo primero es escapar de la cárcel y la tortura.

    El estado policial produce pueblos desafectos. No es viable (ni deseable) en ningún caso.

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  5. Anahí

    Quién está en la cárcel siendo torturado no va a decir "no me rescates" porque el rescatador lleve ésta u otra bandera o porque tenga éste u aquél motivo.
    Es un recurso bajo, muy bajo.
    Conocemos esos términos por aquí. Sabemos de compañeros que en medio de la tortura delataron compañeros. Es un recurso bajo recurrir a eso, muy bajo, sobretodo porque la OTAN es la campeona de la tortura, disfrazada de defensora de los ddhh, disfrazada de defensora de la libertad de los pueblos. PURO DISFRAZ.
    No sólo en Irak ha hecho destrozos. No sólo invade y tortura, también PROMUEVE en procura de sus intereses, o para que a los europeítos no les falte el combustible para sus autitos y sus calefacciones. Sabemos las campañas que alienta y financia.
    También conocemos de los apremios a militantes euskadis.
    Así que NO, no me vengas con recursos bajos: una alianza con la OTAN no es buena en ninguna circunstancia.
    ES UN EJÉRCITO DE OCUPACIÓN Y NO OTRA COSA.

    Y te digo más: cuando entreguen a Aznar para ser juzgado en los tribunales internacionales, cuando los yankees entreguen a Kissinger y a Bush, entonces hablamos, y ahí vemos. Por ahora, todo esto es pura shit!

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  6. Maju

    Sí, por qué te crees que la última batalla de la reconquista de la reacción española fue en Vitoria. En la época final, debido a los abusos de la ocupación francesa, sí que hubo algún resistente pero en general ni fu ni fa.

    Incluso la diputación de Gipuzkoa había votado anteriormente la anexión a la República Francesa, anexión voluntaria que fue rechazada por París. Sin embargo en el Norte era distinto: los vascos de allá se unieron a la derecha porque la revolución cercenaba sus libertades históricas (hasta hoy).

    Yo sólo digo que los pueblos tienen derecho a autodeterminarse y a defenderse y que a veces las circunstancias hacen extraños compañeros de cama (o dicho de otra manera: el enemigo de mi enemigo…)

    Por supuesto que la OTAN es chunguísima y por supuesto que lo que se ha hecho en Iraq es brutal y por supuesto que yo prefiero que distribuyan armas al pueblo a que arrojen uranio empobrecido… pero depende mucho de tu punto de vista y de la situación que padezcas. Quién está en la cárcel siendo torturado no va a decir "no me rescates" porque el rescatador lleve ésta u otra bandera o porque tenga éste u aquél motivo.

    Si la OTAN invadiese Bahrein, el pueblo de ese país aplaudiría (y tú cantarías las "bondades" de Jalifa). Como no lo hace, sino que arma al régimen dictador y a sus aliados saudíes, entonces se enfadan (con razón). Una revolución o proceso de liberación nacional no es bueno o malo porque en un momento dado éste sea apoyado o no por la OTAN, Rusia, China o el Papa. Es bueno siempre y, si consigue apoyos, mejor que mejor – sobre todo (pero no como condición necesaria) si consigue mantener su independencia más allá de esos apoyos.

    Y como nota histórica y de actualidad: ETA no exsitía en el siglo XIX, nació en los años 60, no es más vieja que yo, al menos en su forma armada. Pero si te sirve de referencia, sindicatos vascos y españoles este año han convocado dos huelgas cada… por separado, en fechas distintas: las causas las mismas pero cuando aquí paramos, allí trabajan… y vice versa. Es muy difícil el entendimiento cuando hay relaciones de opresión nacional. Por lo tanto es normal que si cualquiera ataca a España, nosotros les apoyemos… o al menos permanezcamos neutrales.

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  7. Anahí

    @Maju
    Algo más: los latinoamericanos tuvimos que luchar militarmente contra las fuerzas españolas que habían vencido a Napoleón. No te confundas.
    Y las "eventualidades" de las que hablás fueron constantes desde el momento de la conquista misma.

    Saluds.

    Responder
  8. Anahí

    @Maju

    ¿Los vascos se inhibieron? Toda una novedad para mí. Tengo la sospecha que el Euskadi Ta Askatasuna no opinaría lo mismo…

    independentzia orain!
    nafarroa euskal herria da!
    gora euskal herria!!

    Saluds.

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  9. Yemayá

    El fascismo últimamente tiene la costumbre de disfrazarse de socialismo.

    Responder
  10. Yemayá

    Por cierto, Libia se bancó 20.000 (VEINTEMIL) bombardeos de la OTAN antes que sus cipayos aplaudieran.
    VEINTEMIL = 20.000

    Responder
  11. Yemayá

    ¿Quién le otorgó el derecho a la OTAN de GENDARME del mundo?
    Maldita sea la OTAN, ahora y siempre.
    Y maldita sea la occidentalidad que se cree superior al resto del mundo.
    Más les valdría mirarse hacia adentro, y revisar su propia historia, su historia oscura, muy oscura.

    Responder
  12. Maju

    Las intervenciones militares en Kosova, Bosnia (por la OTAN) o Abjazia (por Rusia) han servido para restablecer en algún grado el derecho de autodeterminación de los pueblos y para parar genocidios en marcha. Por supuesto no es la única motivación tras esas intervenciones y otras intervenciones por parte de las mismas potencias son nefastas. Pero lo primero es el derecho de autodeterminación de los pueblos y si el derecho de autodeterminación Kosovar pasa por una intervención de la OTAN pues "mal menor", que quieres que te diga: peor estaban con Serbia.

    Igualmente, con todo lo malo que sin duda ha traído a los (y sobre todo las) árabes en Iraq, al Pueblo Kurdo la intervención le ha favorecido y también está beneficiándose del caos de Siria (en la medida en que han sido capaces de crear una región autónoma de hecho, con su propia milicia).

    SI la OTAN, Rusia, Egipto, China o Marte invadieran ahora Israel y con ello la suerte del Pueblo Palestino mejorara aunque fuera un poco, yo no protestaría desde luego.

    Además intervenciones militares hay muchas como las que ejerce cada estado contra sus propios súbditos, a menudo minorías (p.e. nativos americanos en Argentina o Chile – yo si alguien invade Chile y eso sirve a la causa mapuche lo apoyo, lo tengo muy claro).

    En el caso de Siria, Libia, Iraq, el estado "nacional" también ejercía una violencia terrorista, una invasión contra su propio pueblo. Por eso muchos recibieron con los brazos abiertos o al menos sin oposición a los extranjeros. Igualmente, cuando Napoleón invadió España, los vascos nos inhibimos y los latinoamericanos eventualmente lo usaron como facilitador de sus propias causas nacionales.

    Las cosas no son "siempre" nada. Cada cual lo verá como quiera pero yo lo veo como una dialéctica en la cual lo que importa en última instancia es la autodeterminación democrática de los pueblos, no sólo en el ámbito del autogobierno sino también en el ámbito de la autogestión económica (es decir del camino hacia el comunismo). Pero no puede haber autogestión económica, comunismo, si no hay autogobierno democrático.

    El "socialismo" autoritario no es sino fascismo.

    Responder
  13. Yemayá

    Ninguna, absolutamente ninguna intervención occidental en ningún país es buena, o sirve de ayuda o apoyo a absolutamente a nadie.
    Y en realidad, la mayoría de los conflictos en Oriente son producto de las intervenciones occidentales en defensa de sus propios intereses.
    En Libia ocurrió eso. Maldita la hora en que la OTAN se metió a matar libios para salvar a los libios.
    Maldita la hora que Occidente se metió en Irak para salvarlos de Hussein, que podría ser un hdp pero era "su última barrera" contra expoliación yankee del petróleo irakí, y toda la sangre que ha corrido por su culpa.
    Malditos los merecenarios que hoy invaden Siria pagados por la OTAN y sus socios.
    Y malditos los propagandistas de esas políticas intervencionistas asesinas y genocidas.

    Responder
  14. Juan Bautista Echegaray

    Majo: ¿Típica maniobra de distracción sionista de muchos neo-estalinistas como yo que no hemos apoyado a la guerrilla griega pero sí a Milosevic sin tener idea ni haber leído a los situacionistas y a los autónomos? ¿Estás ensayando una caricatura del erudito o tus ínfulas son siempre así de grotescas?

    Responder
  15. Maju

    Juan Bautista: qué tendrá que ver una cosa con la otra? No veo que el "gran leader" Bashar el Assad invada Israel, ni que el padrecito Stalin apoyara con ninguna determinación la lucha guerrillera en Grecia o ningún otro lugar.

    Alba Rico es un autor respetable con opiniones bien fundadas. Cuántos Sirios o árabes conoces tú? Has leído siquiera la opinión de los comunistas árabes?

    Además Santiago Alba no defendió NUNCA la intervención de la OTAN en Libia. Ni siquiera los revolucionarios libios lo hicieron en muchos casos. Aunque claro está que les ayudó, al algunos más que a otros, lo mismo que la intervención en Kosovo ayudó al pueblo de allá a liberarse de la opresión serbia. Y es que el enemigo de mi enemigo puede que no sea mi amigo pero que sin duda sirve de ayuda.

    He visto a muchos neo-estalinistas como tú defender al régimen de Milosevic en Serbia sin tener ni idea. Yo lo conozco de primera mano y era un engendro de propaganda y nacionalismo genocida que no había por donde cogerlo (y mis principales fuentes eran feministas locales y exiliados comunistas chilenos: todos detestaban a Milosevic como el fascista que era, por mucho que repartieran culpas con Croacia, Alemania, Rusia, etc.)

    El régimen fascista-islamista sui generis (que no "socialista") de Gadafi (el hombre que no escribía nunca con tinta roja de anti-comunista que era) tendría algunas cosas "buenas" para Libia, sin duda, como sin duda el régimen de Mussolini tenía algunas cosas buenas para Italia… supongo. Es un tema con muchas caras y ángulos pero sin duda los Libios están mejor ahora (y además es el único estado de la región donde no han ganado las elecciones los islamistas, curiosamente – eso ya es un avance).

    Y el régimen Baaz de Siria (un nacionalismo burgués laico con toques "socialistas" pero sobre todo autoritarios, es decir: el fascismo de toda la vida en versión árabe) caerá porque estos regímenes militaristas "fordistas" de viejo cuño tienen los días contados desde hace mucho. No sólo el de Siria, sino el de Irán, el de Arabia Saudita… y el de Israel. Hemos visto como regímenes similares caían en otros lugares uno tras otro y muy pocos, si alguno, ha podido ser reconstituído. Los regímenes totalitarios, al menos los de viejo cuño (quizá inventen algo nuevo pero aún no lo he divisado), no son ya viables – sean del color que sean. Corresponden con una etapa del Capitalismo ya superada (hace décadas en el centro, algo más tarde en la periferia al parecer).

    Eso lo entiende muy bien Santiago Alba que ha leído a los situacionistas y a los autónomos. Leamos pues, eduquémonos.

    Pero bueno, al margen de todo esto, tu comentario me parece la típica maniobra de distracción sionista: en vez de hablar de Gaza hablemos de Irán o Siria. Por favor!

    Responder
  16. Juan Bautista Echegaray

    Alba Rico, quien durante el 2011 pusiera sus “análisis” al servicio de la invasión de la OTAN a Libia, allí donde él vio una revolución, nos manda a guardar ahorita el siguiente mensaje: Bachar Al-Assad es un dictador más que con los mismos medios que Mubarak, Ben Ali o Israel, se opone a la democratización del mundo árabe. No obstante la irracionalidad criminal de Al-Qaeda y el régimen contrarrevolucionario de Bachar Al-Assad, hay un actor irracional que mata palestinitos para recordarle a los inocentes y olvidadizos Estados Unidos de América que Israel es su único aliado y su verdadera garantía en la zona, para forzarlo a un alineamiento incondicional (“como en los últimos 40 años”).

    Pero lo que resulta enternecedor es eso de que “ojalá los gobiernos occidentales –al menos ellos– escucharan el mensaje de Palestina, como lo han escuchado ya todos los pueblos árabes y buena parte de los pueblos de la tierra”. ¿A quién se refiere? ¿No habíamos quedado “bajo las hipócritas y obscenas declaraciones de apoyo occidental al agresor”?

    Alba Rico es tan evidente y previsible que hace falta poca ciencia para descifrar su “mensaje”, pero es bueno aclararlo para que nos entendamos: hay que igualar los crímenes de Israel con los de Siria; hay que igualar Al-Assad con Al-Qaeda; hay que apoyar la revolución siria; porque con la revolución siria vendrá la democracia (occidental) a Siria; ¡eso le quitara espacio al loco Israel!; países árabes uníos contra Siria; antimperialistas del mundo, no jodan tanto con USA.

    Responder
  17. Maju

    Estoy seguro que si pensaran que podían salirse con la suya con un democidio en masa en plan "solución final" lo harían sin pensarlo dos veces.

    Es más aún, me temo mucho que si no se paran los pies a Israel ya, si ven que pueden hacer lo que les da la gana y no pasa nada de nada, lo harán en pocos años con cualquier excusa (ya vemos que si no hay excusas, las inventan).

    Están tanteando el terreno para la "solución final".

    El mensaje va dirgido al mundo: podemos hacer lo que nos de la gana, sí o sí? Y nadie con poder se atreve a decir que "no".

    Eso mismo pasó con Hitler en los años 30: primero Austria, luego España, luego Checoslovaquia…

    Responder
  18. Tamara

    Muy buen análisis, muy lúcido. Gracias por compartirlo con nosotros, Atilio. Saludos.

    Responder

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Sobre el Autor de este Blog

Atilio Alberto Borón (Buenos Aires, 1 de julio de 1943) es un politólogo y sociólogo argentino, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Harvard. Actualmente es Director del Centro de Complementación Curricular de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Avellaneda. Es asimismo Profesor Consulto de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires e Investigador del IEALC, el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe.

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